El VI Informe SERES-Deloitte, tras haber analizado setenta y seis grandes compañías del territorio español , revela que el volumen de inversión en proyectos de responsabilidad social ha aumentado en un 47% desde 2017 a 2018, rubricando así una tendencia de crecimiento que ya ha venido dibujando los años previos al pasar de los 846 millones de 2017 a los 1.246 de 2018, según informa el diario ABC. Estos datos también reflejan un dato en apariencia positivo: que el 86% de las plantillas estudiadas integra personas con discapacidad en la empresa.

Con todo, los datos globales siguen siendo descorazonadores: de las 1.860.600 personas con discapacidad, la tasa de empleo sigue siendo del 25,9% frente al 64,4% de la población general. De igual manera, se repite el patrón en la tasa de actividad, 42 puntos inferior a la de las personas sin discapacidad,, según el informe El empleo de las personas con discapacidad, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística con datos del año 2017.

Los obstáculos siguen siendo los de siempre. La falta de autonomía, de formación, el paternalismo y la propia barrera mental autoimpuesta siguen frenando notablemente que aún se pueda hablar de plena inclusión. Las empresas se siguen implicando y los itinerarios se muestran efectivos, pero la realidad viene a demostrarnos igualmente que aún queda mucho camino por recorrer.