Con el objetivo de percibir una prestación por incapacidad permanente es necesario superar un Tribunal Médico realizado por un Equipo de Valoraciones de Incapacidades (EVI) que evalúa las limitaciones del trabajador para el desarrollo de su actividad laboral bajo unos parámetros fijados junto con el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que son:
- Los efectos de la lesión o enfermedad sobre el puesto de trabajo desempeñado, analizando el déficit funcional que le genera y si la limitación afecta únicamente a ese puesto de trabajo o si es extensible a otros.
- Las dolencias que presenta el trabajador en su conjunto.
- La posibilidad de corrección sobre la capacidad de trabajo.
A la hora de afrontar este proceso es importante mantener la calma, estar receptivos a contestar a las preguntas que se planteen así como acudir con los informes médicos acreditativos correspondientes. Para acceder a una incapacidad es necesario no haber alcanzado la edad de jubilación, estar dado de alta en la Seguridad Social y un tiempo mínimo de cotización previa a no ser que la invalidez derive de una enfermedad profesional o de un accidente.
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