El estudio «Informe 5” del Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de la Fundación ONCE, presentado en el mes de abril, en España hay registradas 1.899.800 de personas con discapacidad entre los 16 y los 64 años y más de 1.250.000 están inactivas laboralmente antes de la crisis sanitaria. Esto supone que la tasa de empleo de las personas con discapacidad es un 25,5% y se sitúa 40 puntos por debajo de la tasa de la población general, en un 65,9%.

La principal causa de inactividad laboral en personas con discapacidad es la situación de incapacidad permanente, que supone el 62,3%, y que está vinculada a las pensiones. Además, hay más de 78.300 personas paradas de larga duración, lo que supone el 54,6% del total de desempleados. 

El análisis de los salarios refleja que existe una brecha con respecto a la población general, ya que las personas con discapacidad empleadas cobran un 16,8% menos. La segunda brecha es la de género, ya que dentro del colectivo de personas con discapacidad empleadas los hombres cobran un 16% más que las mujeres.

En cuanto al nivel formativo, el estudio recoge que hay 92.200 personas con discapacidad sin estudios, el 4,9% del colectivo, siendo los porcentajes más altos entre las mujeres y las personas con discapacidad intelectual. La formación resulta un aspecto clave para ser empleable, de hecho el 53% de las personas con discapacidad con estudios superiores están en activo; resulta llamativa la presencia de las mujeres en los estudios superiores, que se sitúa en un 19,8% frente al 14% de los hombres.