Los trabajadores autónomos con discapacidad crecieron un 5,4% en el 2019, situándose en 22.695 según los datos aportados el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) que los solicitó al gobierno gracias a la ley de transparencia.

El CERMI considera que este incremento bruto de 1.235 trabajadores con discapacidad es un dato positivo: “este cambio evidencia el potencial que el empleo autónomo tiene entre las personas con discapacidad, a pesar del débil marco público de apoyos y ayudas con las cuentan estos emprendedores.”

Sin embargo, existe una gran diferencia entre el número de mujeres y el de varones. De todos los trabajadores autónomos con discapacidad contabilizados, 14.528 eran hombres (el 64,1%) y 8.166 mujeres (el 35,9% restante). Llama la atención que esta diferencia por sexo sea tan acusada en detrimento de las mujeres.

Por este motivo, el CERMI ha reclamado a este nuevo gobierno “un robustecimiento de los incentivos y bonificaciones a los autónomos con discapacidad, haciéndolo más intenso para las mujeres, que amplíe esta vía de acceso al empleo y permita crecimientos más altos en los próximos años.”