La fundación Randstad junto a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han publicado los resultados del estudio de la Cátedra Fundación Randstad ‘El mercado laboral del futuro y su afectación a las personas con discapacidad.’  El informe determina que muchos empleos desaparecerán y quedarán sustituidos por la robótica. Esto será especialmente notable en la empleabilidad de las personas con discapacidad, ya que afecta principalmente a los puestos de trabajo del tercer sector, en los que principalmente encuentra trabajo este colectivo.

Cristina Rodríguez, técnica de empleo de ASPAYM Castilla y León, valora la situación y apunta que no es previsible que los puestos de trabajo como los conocemos desaparezcan, pero posiblemente haya una disminución del número de personas contratadas. “Cada vez se requiere más control de las tecnologías, lo que conlleva mayor formación y las personas con discapacidad pueden tener una formación de menor cualificación”, que no significa que no estén cualificadas. “Hay que conseguir que estas personas se formen en tecnología para que continúen en el mercado laboral”, añade Cristina.

Además, el estudio vuelca un dato abrumador acerca del sentimiento de desvinculación de este colectivo y el mundo laboral. Un 59% de las personas con discapacidad que participaron en la encuesta del informe estiman que tienen menos oportunidades laborales. El porcentaje es aún más notable el colectivo con discapacidad intelectual, ya que se incrementa a un 67,9%. Cristina asume que, como técnicos de empleo, su objetivo es hacer que sean conscientes de que la formación es importante, ya que “algunas personas con discapacidad consideran que no es necesario” y, además, “se debería impulsar esta especialización y formar a las personas desde las empresas”.

Los trabajos precarios y mal pagados también se convierten en una norma para las personas con discapacidad. Estos quedan relegados a optar a puestos relacionados con tareas rutinarias, tanto cognitivas como manuales. “El sector de los servicios (jardinería, hostelería, telecomunicaciones) es el que predomina, aunque tampoco hay muchas opciones al cambio de empleo más cualificados”, explica Cristina. Para este colectivo, el estudio demuestra que los puestos que ocupan no tienen opción a firmar contratos fijos, tendencias internacionales o posibilidad de promoción. Cristina advierte que sobre todo se ofertan trabajos con contratos temporales y, en el caso de las mujeres, esto se acentúa, “sobre todo en el sector de la limpieza y de manera parcial”. A esto se suma la situación del salario anual, que es casi 8.000€ inferior al de las personas sin discapacidad.