Las personas con discapacidad son sin duda los más afectados a la hora de buscar trabajo en España. Los datos no engañan, todavía queda mucho camino por recorrer. Según Odismet, solamente una de cada tres personas con discapacidad tiene empleo en nuestro país.
A esto se suma el hecho de que las empresas rechazan a este colectivo, no se les da la oportunidad que merecen y que la Ley de Integración Social de Minusválidos exige: las empresas con más de cincuenta trabajadores están obligadas a reservar el 2% de los puestos a trabajadores con discapacidad. Sólo una de cada tres cumple esta ley.
Castilla y León se sitúa a la cola entre las comunidades con mayor integración laboral de personas discapacitadas. Estamos muy atrás en comparación con el resto del país. Sobre todo, destacan Valladolid y Zamora que fueron las únicas provincias en las que subió el paro de personas con discapacidad el año pasado.
En definitiva, es un problema que nos afecta a todos y no sólo a este colectivo. Parece que cada vez hay una mayor concienciación por parte de las instituciones para resolver este problema. Sin ir más lejos, la Junta de Castilla y León destinó el pasado ejercicio 24 millones de euros a impulsar la integración laboral de trabajadores con discapacidad.