La situación de crisis sanitaria mundial ha dejado en muchos sectores a los trabajadores en sus casas, no pudiendo acudir a sus puestos de empleo, es ahora con la desescalada cuando pueden empezar a incorporarse, y están surgiendo sentimientos de inseguridad o incluso miedo de volver al trabajo; a esto se le conoce como “ergofobia”. 

La gran capacidad de contagio, la dificultad que supone respetar la distancia social tanto en los espacios de trabajo como en el transporte público y el no tener disponibilidad suficiente de mascarillas y guantes para protegerse son algunas de las cosas que más pueden influir en acrecentar el miedo a volver al puesto de trabajo. Ante esta situación, lo más aconsejable es ser precavidos, mantener la calma y seguir las recomendaciones. Además, si las empresas no están cumpliendo con las normas marcadas y el trabajador considera que su salud está en riesgo tiene derecho a negarse a acudir a su puesto amparado por el artículo 21 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.